Algunos de vosotros os habreis dado cuenta que Thierry (que es mi nombre) no es Español, y es que hace unos 40 años mis padres decidieron recién casados correrse la aventura de emigrar a otro País. Ese País dónde se olía y respiraba libertad, dónde guardaban en cajas fuertes bajo sus lagos todo el oro y obras de arte que el Tercer Reich había requisado a los años 30, dónde todos eran bienvenidos si tenían contrato de trabajo, trabajos que logicamente no querían los autótonos. Un País dónde no podías ser ciudadano de primera ( Lo que se llamaba el PERMISO C) a menos que un hijo tuyo naciera allí o te casaras con un nativo, estoy hablando de Suiza o como se llamaba entre los emigrantes “La Suiza”.
En Ginebra estábamos, que ciudad y qué limpieza!!!
Allí nací hace casí 34 años, me llamo Thierry por el hijo de una vecina que era un sinvergüenza , músico y guapo ( yo cumplo los 3 requisitos para llamarme así.), Que ilusión para mis padres tener a su primer hijo, el maldito ginécologo se empeñaba en decir que era niña, y mi madre que me llamaría Jezabel. Han pasado los años y soy niño además de sexualmente maduro para asumir un cambio de sexo si fuera necesario.
Lo más sencillo para mis padres era enviarme al Colegio en Francia, a unos 800 metros de mi casa que estaba en la mismísima frontera ( bueno a unos 200 metros de ella), los franceses tenían comedor a mediodía y esto les permitía a mis padres difrutar de la forma que más les gustaba a los emigrantes, Trabajando más.
Además de un pequeño bonus añadido. Al salir del cole mi padre venía a buscarme, quitaba mis libros de mi cartera y a 100 metros del puesto fronterizo me metía dos o tres kilos de carne en la cartera y me hacía pasar la carne caminando. ¿porque?, pues porque el franco suizo era mucho más fuerte que el frances 1 a 4 , esto hacía que estaba totalmente prohíbido comprar fuera de Suiza ( ya sabeis teníamos demasiada libertad) con lo que tanto mis padres , mi hermana y yo teníamos una dieta rica en carnes, pescados , verduras etc… Vamos que nos poníamoslas botas a comer bien, algo no muy normal, la mayoría de mis amigos españoles, pobrecitos ellos que iban a colegios suizos, se ponían hasta arriba de espaguettis con tomate frito, uno de ellos una vez vino a comer conmigo a casa y no quiso una Milanesa porque no sabía lo que era, mi padre le decía que era un filete, un término que también desconocía el pobre, y es que con 6 años no se tiene por que conocer los lujos de las carnes de ternera.
Esta alimentación también explicaba porque mis padres tenían un R-4, que nos duró años y mis amigos los “espaguettis al tomate frito” se venían los veranos a España con un flamante OPEL MANTA, presumiendo de ganar miles de peseta en el extranjero. Venían a España a ponerse morados a chorizos , filetes, jamones, pero eso sí con un OPEL MANTA, que envidía me daban ese mes al año. Además que el viaje les llevaba algo menos. Claro que nosotros teníamos cada uno de los miembros de la familia; Bicicleta, Skies, y además de ropa sin usar, pero que era eso comparado a un OPEL MANTA.
Que viajes de Suiza a Galicia, el coche hasta los topes, mi madre bajando las maletas, mi padre mete que meterás, la Vaca del coche petada de cosas, mi padre cogía el metro para medir la altura no fuera a ser que no pasáramos por los túneles, mis abuelos roñando por las ganas que tenían de subirse durante 26 horas en un coche, mi hermana y yo llamando el ascensor desde abajo cuando mi madre estaba esperando arriba. Vamos lo normal, los nervios por ver a los primos de Galicia, esos que tenían un aparato que debían encender antes del televisor que tardaba mil años en arrancar, para ver toda esa amplia programación de una cadena única.
Cuando por fin todo estaba cargado empezaba el gran viaje , me rio yo de la Odisea de Ulises un puto crucero fue su viaje. Mi padre seleccionaba un cartucho de música; Manolo Escobar, Julio (para nosotros era simplemente Julio), Ana Kiro… Mi Madre se ponía delante con la nevera con los bocatas y el agua entre las piernas, mi padre regulaba todos los espejos y mis abuelos se sentaba en la parte de atrás, La amplitud del r-4 permitía que yo pudiera sentarme holgadamente mientras mi hermana rotaba entre las piernas de mi abuelo y las de mi abuela. Primera parada a 200 metros de Casa (en la frontera suiza con la francesa), “algo que declarar?” pregunta el guardia suizo con una sonrisa de oreja a oreja pensando el viaje que nos esperaba y esperando nuestro regreso para requisarnos los chorizos y los jamones. Mi padre contesta en un Francés muy próximo a cualquier otro idioma que no fuera el francés ” rien de rien”. Arrancamos y ahí va la primera vez que lo pregunto en todo el viaje ” ¿Falta mucho para llegar a España?”.
Segunda parada a las 7 horas de viaje con 560 km hechos, repostar, baño, estirar las piernas y mi padre apurando a todos para no romper la media que llevaba de 80 Km/h, los “espaguettis con Tomate frito” nos llevaban ventaja, habían parado a repostar hacía mucho rato.
¿Falta mucho para llegar a España?”.
12 horas de viaje empiezan los momentos críticos, hacer rato que mi hermana y yo nos hemos aburrido de jugar a los coches de colores (uno apostaba por los amarillos y el otro por los rojos), empezamos con el “veo veo” super rápido, y es que mi padre por momentos pica los 90km/h. Mi madre ya nos pasó los primeros bocadillos para que estuvieramos callados. La digestión le juega una mala pasada a mi hermana que se marea. Ahí esta mi madre con todo pensado, bolsita a mi abuela para que meta la cabeza de mi hermana dentro, lo primero es cumplir la media de viaje. La noche cae y todos nos ponemos a dormir, excepto mi padre, un fenómeno el tio!. Parada de respostaje , mi padre mira al interior del coche y sonrie, la media se está cumpliendo otra vez. Me despierto y le pregunto:
¿Falta mucho para llegar a España?”.
En Galicia nos espera con nerviosismo, mi abuela se asoma al balcón secándose las manos continuamente mirando si asomamos por el camino y nosotros a 10 horas de llegar. Ya hemos pasado por Irún. En España toca nacionales, pero el camino se hace corto. Es cruzar la frontera y mi padre pone el cartucho de Ana Kiro ” miña terra galeguiña” Canta la tipa. Mi padre va contentísimo y empieza con su juego favorito ” ¿Sabes cual es el cuenta de la buena Pipa?” a lo que contesto “no” y el me dice “no te he dicho no, te he preguntado si Sabes el cuento de la Buena Pipa?” rapidamente contesto “si” y el responde ” no te he dicho Si, te he preguntado si Sabes….” Contraataco
¿Falta mucho para llegar a España?”.
Para mi España era la casa de mis abuelos, el resto no era España. Tenía ya un sentimiento hiperdesarrollado de Nacionalismo. ya sabeis ” la república independiente de mi Casa”. Sólo quedan 200km y los del OPEL MANTA ya llegaron y comerion su primera comida decente del año.
Llegamos al pueblo y a 400 metros de la casa de mi abuela, mi padre con el Cartucho a todo meter , empieza a pitar para que los oriundos del pueblo salgan a recibirnos. “llegaron los Suizos” nos dicen, mi abuela ( la de España se pone a llorar al ver asomar el r-4), nos reciben como a héroes, no hay nadie que se llame Penélope o Telemaco, están los tios Manolo y Amelia y la abuela Milagros. Nos bajamos del r-4 y mis abuelos tardan sobre 20 minutos en recuperar su estatura normal.
Nos besamos todos, las preguntas típicas y las respuetas de mi padre ” nos llevo 24horas y 33 minutos” esta vez he batido el record!!!.
Le pregunto a mi tía ,. ¿Puedo usar el baño?, mi tía sonrie mirando a mi madre y mi madre me dice “coge el papel del coche y vete al campo”. Le pregunto a mi padre
¿Falta mucho para volver a Suiza?
P/d para los más jóvenes así lo vivía yo hace casi treinta años. Para mi había dos tipos de emigrantes, los que iban a ahorrar y los que iban a vivir. Nosotros fuimos de los iban a vivir, algo que siempre les agradeceré a mis padres.
Señor Pierrez 